Entre titulares, informes y predicciones sobre inteligencia artificial, a veces conviene parar, leer con calma y reflexionar. En Aunoa lo hacemos de la mano de tres voces clave de nuestro equipo: Fernando Pérez Borrajo, Cofundador y Director Corporativo; Jesús Iglesias, Director Técnico; y Teo R., Director de Innovación. Tres perspectivas que nos ayudan a separar la inspiración de la realidad, el hype de la estrategia.
¿Qué dice BCG sobre las empresas AI-first?

El último informe de Boston Consulting Group, titulado AI-First Companies Win the Future, sostiene que las compañías que sitúan la IA en el centro de su estrategia crecen más rápido, necesitan menos inversión y logran mayores márgenes. Suena perfecto, ¿verdad?
Fernando analiza este informe con mirada crítica: “Son propuestas inspiradoras, pero a menudo pecan de optimismo tecnológico y subestiman los retos estructurales, humanos y de gobernanza”.
Señala dos puntos clave que conviene matizar:
- El enfoque en la eficiencia: la IA puede reducir costes y aumentar ingresos por empleado, pero la eficiencia no es un fin en sí mismo. Sin innovación real y diferenciación de producto, no hay ingresos que eficientar.
- El papel de las personas: el informe destaca startups que escalan rápido con IA y equipos reducidos, pero eso no es un efecto exclusivo de la IA, sino del propio modelo startup. Además, multiplicar la inversión en tecnología y talento especializado no puede sustituir la transformación cultural que requiere una empresa para integrar la IA de manera sostenible.
En resumen, las empresas AI-first no triunfan solo por poner la IA en el centro, sino por combinarla con propósito, cultura y visión estratégica.
Gartner y la realidad de los proyectos de IA agéntica

Jesús reflexiona sobre la predicción de Gartner: más del 40% de los proyectos de IA agéntica serán cancelados antes de 2027. Lejos de sorprendernos, confirma lo que vemos a diario: demasiadas expectativas irreales.
Muchas organizaciones buscan soluciones de IA “mágicas” para problemas que en realidad requieren algo más básico: APIs, integraciones o digitalización de procesos manuales. El riesgo de frustración es alto cuando se promete un “agente autónomo” que, en la práctica, aún no existe.
Sin embargo, cuando se aplica con criterio, la IA agéntica ofrece resultados transformadores:
- Procesos que consumían 20 horas semanales se resuelven en segundos.
- Se libera talento humano para tareas de mayor valor estratégico y creativo.
La clave está en la metodología, no en el hype. Como explica Jesús: “La IA no elimina al humano, lo potencia. Quienes entiendan esta diferencia serán quienes sobrevivan a la limpieza del mercado que Gartner anticipa”.
Tech Trends 2025: más allá de la IA generativa
Teo nos acerca a las conclusiones del informe Tech Trends 2025 de Deloitte, una hoja de ruta tecnológica que va más allá de la IA generativa. Entre las tendencias que marcarán los próximos años, destaca:
- Spatial computing: tecnologías que combinan entornos virtuales, aumentados y extendidos, clave para el avance de la robótica.
- Modelos específicos y ligeros: frente al dominio de los grandes LLMs, ganan terreno modelos más pequeños y especializados, que permiten resultados más precisos y eficientes.
- Hardware especializado: chips diseñados para cargas de trabajo de IA que transformarán dispositivos móviles, IoT y aplicaciones en sanidad o robótica.
- Ciberseguridad post-cuántica: la llegada de la computación cuántica plantea nuevos retos de encriptación que las organizaciones deben anticipar.
- Redefinición de procesos: la IA no solo mejora lo existente, también invita a repensar la forma en la que operan las empresas desde la base.
Su conclusión es clara: la innovación no está en la herramienta, sino en cómo las personas combinan tecnologías para abrir nuevas fuentes de ingresos y oportunidades.
Reflexión final
Las visiones de Fernando, Jesús y Teo nos dejan una conclusión común: la inteligencia artificial no es magia ni hype, sino un cambio profundo que requiere estrategia, cultura y realismo.
En Aunoa creemos que el futuro no lo liderarán quienes se autoproclamen “AI-first”, sino quienes sepan integrar la IA con propósito, metodología y confianza. Porque al final, la tecnología no sustituye a las personas: las potencia.