«Que la IA sea una oportunidad o una amenaza para el sector creativo va a depender de si la usamos éticamente o no.» Anabel Martínez, Brand Manager de Aunoa
No cabe duda de que nos encontramos en plena revolución tecnológica. Una era digital en la que la inteligencia artificial está desempeñando un papel cada vez más importante a nivel tecnológico y social. El sector creativo no es una excepción. El rápido desarrollo de la tecnología ha provocado una transformación sin precedentes en el mundo del arte.
El arte y la creatividad han sido siempre algo muy “humano”, una forma de expresión para comunicar ideas, emociones o experiencias para las personas a lo largo de la historia. Por eso, en la actualidad y en plena era digital, surge un gran debate: ¿Son arte las obras generadas por IA? ¿Supone la IA una amenaza para el sector creativo? ¿Vamos los humanos a dejar de hacer arte?
Uso ético de la IA en el sector creativo
A lo largo de los años la tecnología ha abierto un mundo de posibilidades creativas. Ha permitido experimentar con nuevos formatos que han sido claves en el desarrollo del mundo del arte. Recordemos que en la prehistoria nuestros ancestros dibujaban con los dedos, ahora dibujamos en tabletas digitales.
Así pues, bajo mi punto de vista, que la IA sea una oportunidad o una amenaza para el sector creativo, va a depender de si la usamos éticamente o no. Si elegimos el camino de la ética, la IA podría ser una gran oportunidad para, por ejemplo, enfrentarnos al “lienzo en blanco”, automatizar tareas repetitivas, agilizar procesos o ¿por qué no? INSPIRARNOS.
Con la creciente popularidad del contenido visual en redes sociales como Instagram, TikTok y YouTube entre otras, el contenido gráfico consumido por los usuarios de Internet aumenta cada vez más. Estamos tan habituados a ver tantísimo contenido, piezas gráficas u obras digitales en Internet que a veces parece que estamos perdiendo esa observación, esa pasión o gusto por el arte.
Cuando vamos a un museo nos tomamos mucho más tiempo para observar una obra, mientras que en el móvil hacemos scroll infinito y nos dejamos impactar por muchísimo contenido por segundo. Hoy en día parece que predomina más la cantidad que la calidad en el mundo digital. Además de que cada vez nos importa menos saber quién está detrás de cada obra. Por ello debemos reeducarnos en ese sentido y empezar a valorar un poco más el trabajo creativo. Tenemos que apreciar más lo que estamos consumiendo y poner al mando al sector creativo en la utilización de la IA en cuanto a creación de contenido se refiere. Solo así podremos empezar a utilizar la IA de una forma mucho más ética.
No todo está perdido. El diseño gráfico en la era de la IA
Si bien es cierto que el diseño gráfico no es un arte, es una herramienta de comunicación, una solución a un problema. ¿Y cuál es el problema hoy en día? La necesidad creciente de generar contenido de calidad cada vez más rápido. La IA en sí misma no puede generar contenido de calidad sin un profesional del diseño detrás que supervise los resultados. Pero sí puede generar contenido más rápido. Perfect Match IA-diseñador. En este sentido, la IA sí que “quitará trabajo”, o mejor dicho, ahorrará tiempo de trabajo. Esto puede suponer para los diseñadores gráficos invertir más tiempo en investigar, en inspirarse fuera del mundo digital, en mejorar los briefings y los resultados de los proyectos.
No podemos olvidar algo que todavía la IA no puede hacer. A la hora de enfrentar un proyecto, no todo tiene que recaer en un ordenador. En un mundo en el que tenemos experiencias digitales constantemente, puede ser muy enriquecedor buscar inspiración de forma manual y humana. Haciendo bocetos en un cuaderno con un lápiz (sí, todavía existen los folios y lápices de colores), viviendo experiencias en la vida real o simplemente escuchando una canción. Esto puede marcar una gran diferencia en la resolución de un problema y lo más importante: en la diferenciación y personalización de un proyecto. Es fundamental que las nuevas generaciones de diseñadores no perdamos eso.
Apoyémonos en la IA ¡claro que sí!, pero no perdamos la esencia, aún estamos a tiempo.
Si todos usáramos la IA con los mismos prompts, sin la supervisión de un profesional, todas las empresas tendrían los mismos logos (o te aseguro que muy parecidos), los mismos colores y mismas creatividades en RRSS. ¿De verdad queremos un mundo digital plano y aburrido? La respuesta es no. Los usuarios cada vez buscan algo nuevo, algo diferente, algo especial. Escuchemos a nuestro público objetivo, porfa.
Diseñadoras/es gráficos y las empresas
Así pues, el problema no está en la IA, sino en valorar y confiar en los sectores creativos. El papel del diseñador sigue siendo algo crucial para las empresas, ya que será este/a quien esté detrás de la IA y garantice una coherencia estética y una diferenciación respecto a la competencia. La IA puede ser una herramienta poderosa para agilizar y mejorar el proceso de diseño, pero el talento y la perspectiva humana siguen siendo indispensables para lograr buenos resultados. Los diseñadores aplicarán su experiencia y creatividad para transmitir mensajes efectivos y lograr conexiones emocionales con el público objetivo. La toma de decisiones estéticas, la comprensión del contexto y los conceptos creativos son habilidades que aún no se han replicado por completo en la IA.
En resumen, tener un diseñador gráfico en tu empresa puede marcar la diferencia en cómo te perciben tus clientes, cómo te diferencias de la competencia y cómo te comunicas con tu audiencia. Es una inversión que puede tener un gran impacto en el éxito a largo plazo de tu empresa.
¿Qué sucede…cuando no hay nadie al volante?
Para terminar, y a modo reflexión, me gustaría comentar el ya conocido caso de la experiencia inmersiva de Willy Wonka en Glasgow. Con el motivo del estreno de la nueva película, se estaba promocionando, mediante imágenes creadas con Inteligencia Artificial, una experiencia inmersiva, llena de maravillas ópticas, aventuras interactivas, entornos encantadores, delicias y dulces (como todavía se puede leer en el What’s On Glasgow).
Al llegar, tras pagar 35 libras, las familias se encontraron con algo muy distinto: «Había tal vez 20 sillas, un par de mesas y un castillo inflable medio inflado” según declaraciones al The New York Times. En el lugar se encontraba una nave medio vacía, con un par de decoraciones y lonas de tamaño medio con las imágenes impactantes creadas por la Inteligencia Artificial. La consternación de las familias fue tal, que el organizador del evento, La Casa de los Illuminati, declaró que el evento fue toda una decepción y que debería haberlo cancelado antes.
A día de hoy, todavía podemos visitar su web, que conserva las imágenes, tipografías y elementos gráficos. Aquí un ejemplo:
Vemos aquí un claro caso de uso poco ético de la IA, en el que se buscó impactar con unas imágenes creadas con IA generativa que después se alejaban muchísimo de la experiencia real. El error no fue utilizar la IA como una herramienta, sino en crear unas expectativas, mediante su utilización, que superaban muchísimo la experiencia.
